Ya conocéis bien el río en el que estamos trabajando. Sabéis que esta agua proviene del hielo que se funde. Ahora os voy a proponer una exploración en el interior del glaciar. ¡Sí!, habéis oído bien, vamos a descubrir qué ocurre en su interior, qué está pasando en las entrañas de un glaciar, cómo se funde ese hielo, por dónde circula el agua que sale después por nuestro río. ¿Os apetece?, ¿nos embarcamos juntos en esta exploración?
Lo primero que tenemos que hacer es equiparnos adecuadamente. Utilizamos las técnicas de espeleología, es decir las que se utilizan para la exploración de cuevas. Nos colocamos el casco, el arnés y el equipo completo de verticales para poder ascender y descender por una cuerda. Por supuesto, en las botas llevamos los crampones, que nos permiten a cada paso clavar la bota en el hielo y poder caminar sin resbalarnos.
¿Habéis entrado alguna vez en una cueva?, ¿dónde?, ¿qué sabéis de las formaciones que hay en ella? Os cuento que en algunos tipos de terrenos, parte de las aguas provenientes de lluvia y de los ríos se infiltra en el suelo a través de fisuras y huecos interconectados. Por disolución, estos huecos se van ampliando y poco a poco se van formando los conductos y galerías por donde circulan ríos subterráneos.
Todo esto constituye el karst y se forma en diferentes tipos de rocas como yesos, calizas, mármoles e incluso a veces en granitos. Y ¿a qué no sabéis dónde se forman también estos conductos y cuevas? En el hielo glaciar… y os diré que son hermosas. Pero, vamos, vamos a adentrarnos todos juntos. Crampones, casco y equipo de verticales completo…
Avanzamos por la superficie del glaciar y descubrimos una especie de pozo vertical o sima, formado por varias cascadas que caen al interior y nos preparamos para descender por él. Dependiendo del glaciar tenemos unas profundidades u otras. En esta zona de la Antártida podemos encontrar pozos verticales de unos 50 metros, pero fijaros que se han explorado simas de hasta 200 metros de profundidad en Groenlandia.
Esta agua en el interior del glaciar va generando una serie de conductos por los que circula. Es una especie de enrejado, unos más grandes, otros más pequeños… es un verdadero sistema de drenaje que existe en el interior de los glaciares. Imaginaros un queso de gruyere o una muela careada… pues lo mismo en el interior del hielo. Fijaros si es un verdadero enrejado, que se han llegado a explorar redes de cavernas superiores a 6 kilómetros de longitud en Svalbard.
¿Y sabéis cómo se forman estos conductos? En una cueva formada en roca, si medís la temperatura del agua en el río al inicio de la cueva y la volvéis a medir al final del recorrido, observaréis que ha aumentado. Sin embargo, la temperatura del agua en los ríos en el interior de los glaciares se mantiene siempre a 0ºC. Esto es debido a que el calor que genera el flujo del agua se consume en fundir parte del hielo de las paredes del conducto, aumentando de esta manera su tamaño y la cantidad de agua del río. Es decir, aumentando la fusión del hielo glaciar.
Al final toda esta agua que circula por el interior de los glaciares en estos ríos, termina saliendo por el frente del mismo. Justamente esa agua es la que nosotros medimos, con la que conocemos el hielo que se funde de los glaciares.
Si queréis observar alguna fotografía de estos sistemas de drenaje en el interior de las glaciares, podéis encontrar alguna en nuestra web de GLACKMA, en el menú de “Los Inicios” y después en las pestañas de “Cavidades en hielo: criokarst” e “Hidrogeología glaciar”. ¡Espero que os gusten!
Y una última cosa, a ver si sois capaces de investigar lo que significa “criokarst”. Analizad el origen de la palabra y encontraréis la solución.
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