Pues sí, a todos vosotros, no sé cómo deciros que os estoy tremendamente agradecida.
Solo se me ocurre, con cariño dedicaros una sonrisa emocionada y la palabra mágica
“GRACIAS”.
¡¡Hola!! ¿Hay alguien ahí? ¿Alguien me escucha? ¿Alguien me entiende?
Silencio… Todo sigue igual. Me invade la tristeza. ¿Qué puedo hacer? Habrá que olvidar ese deambular entre los dos mundos…
Tengo que liberar del interior esa presión que a modo de latidos me sacude con fuerza. Esas lágrimas cómplices resbalando por mis mejillas son las encargadas de favorecerme ese escape … Me siento triste. Ya me animaré. Pero en este momento necesito entenderme a solas...
espués no sé qué paso, en un abrir y cerrar de ojos, me evadí de esas reflexiones y no sé cómo, me encontraba observando todo esto desde arriba, como si fuera el dron sobrevolando y grabando para siempre la situación. Nos vi allí pequeños, cada vez más lejos, más abajo, más pequeñitos...