Vivir con pasión

 

“No es más que un velero”, pensaréis vosotros. Pero yo sé que es mágico porque lleva parte de mi alma y va a brillar con luz propia. Y si no me creéis, dad tiempo al tiempo...
Solo os puedo decir una cosa: “Haced lo que tengáis que hacer para perseguir vuestros sueños”.

Hay un pequeño ilusionado, una familia involucrada y una profesora que se llena de satisfacción al ver que “no todo está perdido”… y por supuesto, hay una Karmenka que lo vive y le llega al alma, y se emociona y llora. Llora porque no puede aguantar tanta emoción.

Ese era mi interior, y mi cuerpecito se levantó a las 6:30 de la mañana. Tras un buen desayuno se fue a trabajar al velero. Haciendo cosas sin cesar y antes de la parada para comer, decidió llevarme a correr descalza por la playa, jugueteando con las olas que llegaban a la orilla.

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