A primera hora de la mañana me solicitaron estar en el aeropuerto militar… donde comenzó una larga espera. Debido a las condiciones meteorológicas allá en la Antártida, el vuelo no llegó a salir, quedó cancelado para el día de hoy. Regreso de nuevo a Punta Arenas, cansada de la espera y un poco triste… me imaginaba estar ya pisando nieve del otro lado del Drake.
Mañana hay un nuevo intento. Yo creo que será ya mi última oportunidad, si se vuelve a cancelar, tendré que olvidarme del cruce. No quiero arriesgarme a cruzar y tener que quedarme allí a invernar.
Acaban de llegar a Punta Arenas nuestros otros dos expedicionarios, Gaby y Pepe, vienen muy contentos de lo que han podido ver. Ya os contaré…
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