Todo tiene un principio y un final y hoy me toca hablar de ello. Los días se van sucediendo llenos de actividades y los objetivos se van cumpliendo poco a poco.
Ayer después del desayuno, el grupo de Al Filo recoge su material y se pone en ruta camino a Reikiavik. Le quedan un par de días en la isla, en los que van a tratar -si el tiempo se lo permite- de complementar con grabaciones en algunos otros lugares para tener suficientes recursos a la hora de la edición del programa.
Toca despedirse de todos ellos. Siento pena y alegría a la vez. Pena porque las despedidas no suelen gustarme, sobre todo después de haber congeniado tan bien con el equipo al completo. Y alegría justamente por esa razón, por haber encajado tan rápido y bien, por sentir cómo fluía desde el primer momento nuestra colaboración.
Gracias Carmen, Patricia, Luismi, Toñín y Antxon. Gracias por estos días que hemos compartido aquí en Islandia, que hemos aprovechado tan bien y creo que regresáis satisfechos del trabajo y de los logros. Además os confieso que en estas grabaciones he disfrutado como una enana y también he aprendido alguna cosilla que me vendrá bien para mis pequeños vídeos divulgativos de las expediciones. Soy insaciable en el tema del aprendizaje. ¡Gracias equipo de Al Filo! Inolvidable experiencia para mí.
Pero las despedidas no quedan ahí, hoy se van Gildo, Tato y Jose. La mañana está lluviosa y no pueden ayudarnos a dejar recogida la tienda grande que hacía las veces de comedor-cocina-almacén. Adolfo y yo los acercamos en el Defender hasta una gasolinera a 30 kilómetros del campamento, donde pueden coger el autobús para Reikiavik.
Tato, es fantástico el trabajo en equipo que realizas. Te iniciaste al igual que yo, con Adolfo en las expediciones polares… de alguna manera puedo decir que venimos de la misma “escuela” y me identifico mucho con tu ilusión durante las mismas. Tu cara de felicidad a cualquier hora, en cualquier momento, cada día, reflejaba tu integración perfecta en el entorno. Gracias por tu disposición y voluntariedad en todo momento. Por tu faceta de “todoterreno” tan válida y necesaria en las expediciones donde hay que saber apañarse con cualquier cosa, y por tu alegría y gracia que sabes transmitir incluso en los momentos complicados.
Todos ellos, junto con el equipo de Al Filo, se juntan esta noche en Reikiavik, antes de volar mañana para España. Despedidas, despedidas y nuevos encuentros. A ellos se unirán dos nuevas expedicionarias que llegan hoy a la capital islandesa, Irene y Cristina. Mañana alcanzan nuestro campamento y con ellas comenzamos una nueva etapa… de la que os hablaré en el próximo artículo.
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