Adentrarte en este paraje tan espectacular, rodeado de ellos, viendo que no los perturbas, escuchando sus cánticos,… hace que te sientas como en otro pequeño paraíso.
Termino agradeciéndoos otra vez todo el apoyo que nos habéis dado durante estas temporadas. La acogida, el cobijo, la aceptación, el aprecio, el cariño, el “estar ahí”, el integrarnos entre vosotros como si fuéramos dos más de la dotación.
Para que sigáis conociendo el funcionamiento interno de una base antártica, hoy os dejo con la entrevista realizada a la Doctora de la Base, Patricia Correa.
Os decía arriba que como los protagonistas son ellos, va a ser la propia dotación quien va a explicaros cómo funciona su Base Artigas. Les he ido haciendo una serie de entrevistas para que os cuenten la misión de cada uno.
En las zonas más bajas se forman verdaderas trampas en la nieve a modo de lagunas, donde se va acumulando el agua proveniente de la fusión. Lo peor es que muchas veces no las ves hasta que te has metido en el agua hasta la cintura.
Os dejo hoy un pequeño video para que ahora que comenzará el barullo de las compras navideñas por esos lugares civilizados, tengáis presente que en otros lugares se disfrutan con gran intensidad, momentos llenos de tranquilidad. Son instantes repletos de paz que en medio de la soledad
Los integrantes de una dotación terminan formando una gran familia, incluso con sus compañeros de bases más próximas. Se crean unos vínculos muy especiales de amistad. ¿Sabéis como lo llamamos por aquí? Espíritu antártico.
Los pasos siguientes: montar las tiendas de campaña protegiendo las bases con abundantes piedras, debido a los fuertes vientos que tendrán que soportar y después poco a poco ir llevando el material de trabajo, la ropa, los equipos...
Se habrán decidido a probar con el aterrizaje. Nervios, no son las mejores condiciones. Varios intentos, el corazón palpita con fuerza y casi se me corta la respiración. El ruido es ensordecedor… Hacen otro intento de aterrizaje… Boomm!
Estamos todavía por la capital magallánica. Ayer salió por la tarde el primero, pero una vez que alcanzó la Antártida y tras varios intentos de aterrizaje, ante las malas condiciones de visibilidad de la pista, tuvo que regresar a Punta Arenas.