Os dejo una de esas reflexiones que se hacen evidentes en mi mente de vez en cuando, y se pueden aplicar a muchas facetas de la vida:
Ante la incertidumbre y los cambios, no tenemos por qué vivir asustados, ya que dentro de nosotros existe todo lo que se necesita para ser feliz.
Me gusta esta frase de Anna Freud: “Siempre busqué fuera de mí la fortaleza y la confianza que necesitaba, hasta que comprendí que siempre habían estado en mi interior.”
El futuro no nos lo encontramos definido, lo creamos nosotros. Así que pongámonos siempre, manos a la obra. Ese destino que tanto deseamos está dentro de nosotros, en espera de ser activado. Nuestra próxima acción empezará a marcar el rumbo hacia donde nos dirigimos. Somos el capitán de nuestro barco, y aunque los vientos no sean favorables a nuestro destino, podemos orientar las velas y el timón. El rumbo lo elegimos nosotros.
Hacer lo que a uno le gusta y ser feliz, eso es lo verdaderamente importante. Nadie más lo sabe que aquellas personas que conviven con el riesgo, por la sencilla razón de que la vida es muy frágil y transcurre con gran rapidez.
Aquel tiempo que pierdas jamás lo podrás recuperar, y la vida no tiene otro propósito que disfrutar de ella, pero cuidado, recordando siempre lo frágil que es, sobretodo si prácticas deportes o actividades de riesgo.
Saludos.
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